PROCEDIMIENTO DE APLICACIÓN DE LA OXIGENOTERAPIA
Los sistemas de bajo flujo son sistemas de oxigenoterapia en los cuales se suministra oxígeno puro (100%) a un flujo menor que el flujo inspiratorio del paciente, que también toma aire ambiental.
Mediante estos sistemas no podemos conocer la fracción inspirada de oxigeno, FiO2, ya que como la persona toma aire además del oxígeno que le proporcionamos, la concentración final de oxígeno dependerá de:
- El flujo de oxígeno puro que aportamos.
- El volumen corriente, es decir, el volumen de aire que la persona hace circular por su aparato respiratorio en cada respiración.
- La frecuencia respiratoria de la persona en ese momento.
LAS CÁNULAS O GAFAS NASALES
Las cánulas o gafas nasales son unos tubos plásticos flexibles que se adaptan a las fosas nasales de la persona y que se sostienen sobre los pabellones auriculares.
Es el método más sencillo y cómodo para la administración de oxígeno a baja concentración en pacientes que no revisen mucha gravedad. En general suele ser un sistema bien tolerado y permite que la persona pueda hablar, comer, dormir y expectorar sin que su aporte de oxigeno se vea interrumpido.
El flujo y la concentración de oxígeno
El flujo de oxígeno que se consigue con este dispositivo oscila entre 1 y 5 l/m.
No es aconsejable utilizar cánulas cuando hemos de proporcionar flujos superiores a 6 l/m, debido a que el flujo rápido de oxígeno a través de ellas hace que las fosas nasales se resequen y se irriten y tampoco conseguimos aumentar la concentración del oxígeno inspirado. En pacientes pediátricos el flujo se debe limitar a un máximo de 2 l/m.
Tenlo en cuenta
En la atención a emergencias podemos encontrar pacientes que llevan una cánula transtraqueal, que se usa en la oxigenoterapia domiciliaria. Estas cánulas se pueden usar también para administrar oxígeno en situaciones de urgencia, siempre que no haya problemas adicionales.
Procedimiento de colocación
El procedimiento de colocación de una cánula nasal es el siguiente:
- Prepara todo el material necesario: cánula nasal, fuente de oxígeno, pañuelos de papel, etc.
- Lávate las manos.
- Informa al paciente de la técnica que vas a poner en práctica y solicita su colaboración.
- Pide al paciente que se suene.
- Conecta el extremo distal de la cánula a la conducción que sale del humidificador o a la toma de oxígeno.
- Introduce los dientes de la cánula en las fosas nasales.
- Pasa los tubos de la cánula por encima de las orejas y ajusta la cánula con el pasador, de manera que este quede por debajo de la barbilla. Los tubos deben adaptarse a la cara y el cuello del paciente sin presiones ni molestias.
- Selecciona en el caudalímetro el flujo de oxígeno necesario y a continuación abre el grifo o la válvula.
Tenlo en cuenta
Los consensos sobre oxigenoterapia establecen que el oxígeno suministrado a personas adultas por cánula nasal con un flujo menor a 4 l/m no necesita ser humidificado; sin embargo, es común observar en servicios de urgencias y hospitalización la utilización de humidificadores también en estos casos.
LAS MASCARILLAS SIMPLES DE OXÍGENO
Las mascarillas son dispositivos de plástico suave y transparente con unos orificios laterales que permiten la entrada libre de aire del ambiente. Cubren la boca, la nariz y el mentón del paciente.
Aunque existen distintos tipos, en general poseen los siguientes elementos:
- Perforaciones laterales para la salida del aire espirado.
- Cinta elástica para ajustarla a la cabeza.
- Tira metálica adaptable, en la parte superior de la mascarilla, para adaptarla a la forma de la nariz y evitar fugas de oxígeno hacia los ojos y hacia las mejillas.
Las mascarillas simples interfieren para expectorar y comer y su empleo a largo plazo puede ocasionar irritación en la piel y úlceras de presión.
El flujo y la concentración de oxígeno
Estas máscaras se utilizan para administrar concentraciones medianas de osígeno y es necesario mantener un flujo de 5 l/m, ya que si el flujo es inferior el aire espirado se acumula en la máscara y el paciente reinhala el dióxido de carbono espirado.
El flujo de oxígeno que se consigue con este dispositivo oscila entre 5 y 8 l/m.
Procedimiento de colocación
El procedimiento para la colocación de la mascarilla simple es el siguiente:
- Prepara todo el material necesario: mascarilla y fuente de oxígeno.
- Lávate las manos.
- Informa al paciente de la técnica que vas a poner en práctica y solicita su colaboración.
- Conecta la mascarilla a la conducción que sale del humidificador o la toma de oxígeno.
- Sitúa la mascarilla sobre la nariz, la boca y el mentón del paciente.
- Pasa la cinta elástica por detrás de la cabeza y tira de sus extremos para que la mascarilla quede bien sujetada.
- Adapta la tira metálica al contorno de la nariz.
- Selecciona en el caudalímetro el flujo de oxígeno necesario y a continuación abre el grifo o la válvula.
Tenlo en cuenta
Mientras un paciente lleva una mascarilla simple debes vigilar que no haya fugas de oxígeno por fuera de la mascarilla, especialmente hacia los ojos.
LAS MASCARILLAS CON RESERVORIO
Son mascarillas simples que tienen una bolsa o reservorio en su extremo inferior; el flujo de oxígeno debe ser siempre suficiente para mantener esa bolsa inflamada.
Podemos distinguir dos tipos de mascarillas con reservorio:
- Mascarillas de reinhalación parcial. El aire espirado retorna a la bolsa y parte de él se vuelve a inspirar. A un flujo de entre 6 y 10 l/min estas mascarillas puede aportar una FiO2, de entre 40ny el 70%.
- Mascarillas de no reinhalación. Son similares a las de reinhalación parcial, excepto por la presencia de una válvula unidireccional entre la bolsa y la máscara, que evita que el aire espirado retorne a la bolsa. Estas máscaras deben tener un flujo mínimo de 10 l/m y aportan una FiO2 de entre el 60 y el 80%.
SISTEMAS DE ALTO FLUJO
Los Sistemas de alto flujo son sistemas de oxigenoterapia en los cuales el flujo que se suministra es suficiente para proporcionar todo el gas inspiratorio. El paciente solo respira el gas que le proporciona el sistema.
La mayoría de los sistemas de alto flujo utilizan un mecanismo denominado Venturi para succionar aire del medio ambiente y mexclado con el flujo de oxígeno. Este mecanismo ofrece altos flujos de gas con una FiO2 fija.
Este sistema presenta dos grandes ventajas:
- Se puede proporcionar una FiO2 constyante y definida, independiente del patrón ventilatorio del paciente.
- Al suplir todo el gas inspirado se puede controlar la temperatura, la humedad y la concentración de oxígeno del gas que se proporciona.
Pero precisamente el hecho de suplir todo el flujo inhalado hace necesario ajustar muy bien la concentración de oxígeno que aportamos y controlar en todo momento que no haya ninguna interrupción en el flujo de gas. Además, puede producir en la persona sensación de confinamiento y calor e irritar su piel; también le impide comer y hablar.
Este sistema está especialmente indicando en personas con insuficiencia respiratoria aguda grave, ya que permite controlar la insuficiencia de forma rápida y segura.
LAS MASCARILLAS CON EFECTO VENTURI
Dentro de los sistemas de alto flujo el más representativo es la mascarilla con efecto venturi la cual tiene las mismas características que la mascarilla simple, pero con la diferencia de que en su parte inferior posee un dispositivo que permite regular la concentración de oxígeno que se está administrando.
En el cuerpo del dispositivo normalmente viene indicando el flujo que hay que elegir en el caudalímetro para conseguir la FiO2 deseada.
El oxígeno entra en la mascarilla a chorro, jet flujo alto, y por un orificio estrecho, lo cual ocasiona una presión negativa que hace que entre aire del ambiente a través de la ventana regulable del dispositivo de la mascarilla, consiguiéndose así la mezcla deseada.
Procedimiento de la colocación
El procedimiento que se consigue a la hora de colocar la mascarilla tipo Venturi es el siguiente:
- Prepara todo el material necesario: mascarilla y fuente de oxígeno.
- Lávate las manos.
- Informa al paciente de la técnica que vas a realizar y solicita su colaboración.
- Conecta la mascarilla a la conducción que sale del humidificador o a la toma de oxígeno.
- Selecciona en el dispositivo de la mascarilla la FiO2 que vas administrar.
- Sitúa la mascarilla sobre la nariz, la boca y el mentón del paciente.
- Pasa la cinta elástica por detrás de la cabeza y tira de sus extremos para que la mascarilla quede bien ajustada.
- Adapta la tira metálica al contorno de la nariz.
- Selecciona en el caudalímetro el flujo de oxigeno que corresponde a la FiO2 que debes conseguir y a continuación abre el grifo o la válvula.